Ajo

 

Cultivo de ajos

El ajo, Allium sativum L., es una planta bulbosa, vivaz y rústica que pertenece botánicamente al género Allium, enmarcado dentro de la familia de las Liliaceae, subfam. Allioideae.

La planta del ajo posee una raíz bulbosa, compuesta de 6 a 12 bulbillos reunidos en su base por medio de una película delgada, formando lo que se conoce como “cabeza de ajos”. En la base del bulbo nacen las verdaderas raíces que son las que sirven para nutrir a la planta.

La reproducción se efectúa generalmente de forma vegetativa, mediante la plantación de los bulbillos. Estos contienen un aceite muy volátil, la alicina, que se caracteriza por poseer un sabor fuerte y picante.

Exigencias agroclimáticas del cultivo

El ajo es una planta rústica que prefiere un clima templado o cálido, pero se adapta a casi todo tipo de clima, soportando temperaturas bajas en las primeras fases de cultivo. La temperatura óptima nocturna para que el cultivo se desarrolle adecuadamente debe permanecer por debajo de los 16 ºC y paraliza su crecimiento por debajo de 0 °C. Tolera temperaturas por encima de los 40 ºC en pleno desarrollo vegetativo, siempre que tenga suficiente humedad en el suelo.

La planta del ajo no es muy exigente en cuanto al riego y normalmente no se realiza hasta que llegamos a la fase de inicio de bulbificación, ya que las necesidades de agua suelen quedar cubiertas por las lluvias. 20-25 días antes de la recolección el riego se debe suprimir totalmente. Como norma general podríamos cifrar las necesidades totales de agua en unos 2500 m3/ha en cultivo al aire libre a las que hay que descontar las precipitaciones.

El cultivo del ajo no es muy exigente en cuanto a suelos, aunque necesita suelos bien drenados donde no haya acumulación de agua. Prefiere suelos de textura ligera, con contenidos moderados de cal, ricos en potasa y un pH entre 6 y 7.

Requerimientos nutricionales

El cultivo del ajo necesita de nutrientes esenciales para un correcto desarrollo y la falta o el exceso de alguno de ellos produciría problemas en el cultivo. Estos nutrientes los podemos clasificar, según su concentración en el tejido vegetal, en: macronutrientes primarios (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), macronutrientes secundarios (Calcio, Magnesio y Azufre) y micronutrientes (Boro, Cloro, Cobre, Hierro, Molibdeno, Manganeso y Zinc).

Normalmente en los suelos, nos encontramos concentraciones de nutrientes inferiores a las necesidades del cultivo, por lo que tenemos que aportarlos por medio de la fertilización. Para conocer la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos conocer el nivel de fertilidad de nuestro suelo, determinado mediante un análisis de suelo; y debemos realizar un balance entre las pérdidas de los nutrientes del suelo (extracciones del cultivo, lixiviación, volatilización y precipitación de los nutrientes, etc.) y las aportaciones que realizamos al mismo (agua de riego, materia orgánica y fertilizantes principalmente).

Las extracciones de nutrientes, que va a realizar nuestro cultivo del suelo, van a depender de la producción potencial de este. En la siguiente tabla, se presenta las extracciones del cultivo del ajo en condiciones normales:

Tabla 1. Extracción de nutrientes del cultivo del ajo expresada en kg por tonelada de producción.  Reglamento Específico de Producción Integrada de Ajo. Junta de Andalucía (Orden de 3 de noviembre de 2011).

N (kg / t) P2O5 (kg / t) K2O (kg / t)
7 3 7

Recomendaciones de fertilización

Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos suministrar a nuestro cultivo, debemos determinar la cantidad de fertilizantes que debemos aportar.  En la tabla 2, se presenta a modo orientativo, las unidades de fertilizantes medias que tenemos que aportar al cultivo del ajo para una producción esperada de entre 8-10 t/ha, teniendo en cuenta las extracciones y consideraciones que debemos tener sobre este cultivo

Tabla 2. Necesidades aproximadas de las unidades fertilizantes a aportar al cultivo del ajo. Fuente propia

N (kg / t) P2O5 (kg / t) K2O (kg / t)
120-150 120-150 150-200

Es recomendable en la aplicación no sobrepasar el 30% del total de nitrógeno en fondo, aplicándolo junto al fósforo y el potasio, y el resto repartido en dos coberteras o mediante la fertirrigación. La primera cobertera se suele realizar cuando las plantas tienen 3-4 hojas y la segunda cuando tienen 8-9 hojas, que coincide con el comienzo de la bulbificación.

Una vez conocida la cantidad de cada una de las unidades fertilizantes que es necesario aportar para nutrir adecuadamente el cultivo del ajo, debemos definir el fertilizante que debemos utilizar. Hispalense de Líquidos, cumpliendo con su objetivo de dar soluciones nutricionales altamente efectivas para el cultivo del ajo, fabrica fertilizantes a la medida del agricultor, tanto en versiones líquidas como sólidas para adecuarse a las necesidades individuales de cada variedad, ambiente y sistema de aplicación. Entre ellos nos encontramos:

ABONADO FONDO ABONADO COBERTERA
FERTIGOTA LENT NEOGOTA
FERTIGOTA SUSPENSIÓN / SATURADA FERTIGOTA LENT
HEROSOL ORO FERTIGOTA NITROGENADO
HEROSOL NEO
HEROSOL ORO
SULFATÓN
HERONIT

Para la programación de un plan de fertilización ajustado a sus necesidades, consulte con nuestro responsable de Hispalense de Líquidos en la zona, o póngase en contacto con nosotros a través del email: departamentoagronomico@herogra.com

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