Frambuesa

 

Fertilización del cultivo de la frambuesa

La frambuesa, Rubus idaeus, es un arbusto perenne que pertenece al género Rubus, enmarcado dentro de la familia de las Rosaceas.

El arbusto de la frambuesa posee un sistema radicular muy superficial, concentrándose la mayor parte de las raíces en los primeros 30 cm del suelo. Está provisto de rizomas, en los cuales se forman anualmente una serie de rebrotes bianuales, es decir el primer año crecen vegetativamente hasta unos 2 metros de altura y el segundo año florecen y fructifican (variedades no remontantes). Las variedades remontantes dan dos cosechas en el año, una a principios de verano en la caña formada el año anterior y otra al final de esa misma estación en la caña del año actual.

Su fruto consiste en una polidrupa de color rojizo y sabor fuerte y dulce

Exigencias agroclimáticas del cultivo

El arbusto de la frambuesa se adapta muy bien a temperaturas frías, aunque los órganos florales y frutos no soportan valores inferiores a -0.7 ºC. Además, soportan bien las altas temperaturas, manteniendo el crecimiento, pero afectando negativamente la calidad de los frutos, produciéndolos poco sabrosos y consistentes.

El cultivo de la frambuesa necesita de una pluviometría mínima alrededor de unos 700-800 mm anuales, pero normalmente en nuestras latitudes es un cultivo de regadío, al cual se le aporta entre 5.000 y 8.000 m3/ha de agua por ciclo de cultivo.

El suelo adecuado para este cultivo es un suelo profundo, con una textura arenosa o franco-arenosa, con una buena infiltración que evite el encharcamiento, un buen contenido en materia orgánica y un pH ligeramente ácido, aunque se puede desarrollar en otro tipo de suelos.

Requerimientos nutricionales

El cultivo de la frambuesa necesita de nutrientes esenciales para un correcto desarrollo y la falta o el exceso de alguno de ellos produciría problemas en el cultivo. Estos nutrientes los podemos clasificar, según su concentración en el tejido vegetal, en: macronutrientes primarios (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), macronutrientes secundarios (Calcio, Magnesio y Azufre) y micronutrientes (Boro, Cloro, Cobre, Hierro, Molibdeno, Manganeso y Zinc).

Normalmente en los suelos, nos encontramos concentraciones de nutrientes inferiores a las necesidades del cultivo, por lo que tenemos que aportarlos por medio de la fertilización. Para conocer la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos conocer el nivel de fertilidad de nuestro suelo, mediante un análisis de suelo; y tenemos que realizar un balance entre las pérdidas de nutrientes del suelo (extracciones del cultivo, pérdidas asociadas al sistema de riego, etc.) y las aportaciones que realizamos al mismo (agua de riego, materia orgánica y fertilizantes principalmente). En la tabla 1 se presenta, de forma general, la cantidad adecuada de unidades fertilizantes que debemos aplicar al cultivo frambuesa, teniendo en cuenta todos los factores descriptos en este escrito.

Tabla 1. Recomendación general de necesidades nutricionales del cultivo de la frambuesa (Kg/ha) dependiendo de la producción potencial.

Producción potencial (t/ha) N P2O5 K2O
10 55-60 20-22 60-68
12 66-72 25-28 73-80
15 82-90 30-35 90-100

Las necesidades nutricionales del cultivo deben ser modificadas en base al estado nutricional de la plantación, determinado mediante la realización de análisis foliares que debemos llevar a cabo a lo largo del cultivo.

Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos definir cuando debemos aplicar cada nutriente, para que las aportaciones de estos se adapten adecuadamente a las necesidades del cultivo. La aportación de estos nutrientes por medio de una fertirrigación proporcional, permite realizar una fertilización a medida del desarrollo de la planta, como si de un sistema hidropónico se tratara, utilizando el suelo como sustrato y aportando una solución nutritiva (agua de riego + fertilizante) adecuada para cada fase de desarrollo de la planta. La solución nutritiva aportada debe ser ajustada según los resultados analíticos obtenidos en el seguimiento de la solución del suelo, con el objetivo de que la solución nutritiva real de nuestro cultivo se aproxime lo máximo posible a la óptima.

En la siguiente tabla se indican las soluciones nutritivas óptimas para el cultivo de la frambuesa, para la zona de producción de Huelva, con las que se satisface tanto las necesidades hídricas del cultivo, como sus necesidades nutritivas.

Tabla 2: Soluciones típicas usadas en el cultivo de la frambuesa expresadas en mmol/l.

Fase de cultivo NO3– + NH4+ H2PO4 K+ Ca2+ Mg2+
Desarrollo vegetativo 12 1 4.5 3 1.75
Producción 12 1 5 4 2.25

Recomendaciones de fertilización

Una vez conocida las soluciones nutritivas óptimas para el cultivo de la frambuesa, debemos determinar las soluciones nutritivas que debemos aportar a nuestro cultivo. Estas soluciones nutritivas van a depender tanto de los aportes que realizamos con el agua de riego, como de las características de nuestro suelo, por lo que necesitamos realizar análisis de suelo y del agua de riego de nuestro cultivo para este fin. Una vez conocida las características de nuestro suelo, podemos determinar parámetros como, por ejemplo, las relaciones de sinergia y antagonismo que van a existir entre los nutrientes del medio de nuestro cultivo y que van a afectar a la solución nutritiva que debemos aportar para conseguir la óptima.

Hispalense de Líquidos, cumpliendo con su objetivo de dar soluciones nutricionales altamente efectivas para el cultivo de la frambuesa, fabrica fertilizantes a la medida del agricultor, para adecuarse a las necesidades individuales de cada variedad, ambiente y sistema de aplicación.

Entre las formulaciones fabricadas por Hispalense de Líquidos, para el cultivo de la frambuesa, destacamos las gamas de fertilizantes líquidos claros Fertigota® Extra y la gama Tecnoplus®, de fertilizantes sólidos solubles. Estos fertilizantes permiten suministrar todos los nutrientes necesarios para la planta por medio de la fertirrigación y están compuestos en su totalidad por nutrientes puros, que se consumen completamente sin dejar residuos. Además, están libres de cloruros, sodio y otros elementos perjudiciales para las plantas.

Para la programación de un plan de fertirrigación ajustado a sus necesidades, consulte con nuestro responsable de Hispalense de Líquidos en la zona, o póngase en contacto con nosotros a través del email: departamentoagronomico@herogra.com

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