Frutales de Hueso

 

Frutales de Hueso

Los frutales de hueso son árboles de hoja caduca que pertenecen botánicamente al género Prunus, enmarcado dentro de la familia de las Rosaceas. Las principales especies cultivadas de este género son el melocotonero (P. pérsica), el cerezo (P. cerasus), el albaricoquero (P. armeniaca), el ciruelo (P. domestica) y el almendro (P. dulcis).

Los árboles frutales de hueso se caracterizan por producir frutos carnosos, cuyas semillas se encuentran dentro de un hueso duro (drupa).

Exigencias agroclimáticas del cultivo

Los frutales de hueso son árboles de zona templada, pudiendo soportar de forma general en su parada invernal heladas de hasta – 20 ºC sin producirle la muerte.

El suelo adecuado para este cultivo debe ser profundo, con una buena infiltración que evite el encharcamiento, un contenido en materia orgánica alrededor del 2%, un pH neutro, no salino y un SAR menor de 7, aunque se puede desarrollar en otro tipo de suelos.

En plantaciones nuevas cuando nos encontramos con suelos poco profundos o con problemas de encharcamiento, se suelen hacer caballones sobre los que se disponen los árboles.

Requerimientos nutricionales

El cultivo del frutal de hueso necesita de nutrientes esenciales para un correcto desarrollo y la falta o el exceso de alguno de ellos produciría problemas en el cultivo. Estos nutrientes los podemos clasificar, según su concentración en el tejido vegetal, en: macronutrientes primarios (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), macronutrientes secundarios (Calcio, Magnesio y Azufre) y micronutrientes (Boro, Cloro, Cobre, Hierro, Molibdeno, Manganeso y Zinc).

Normalmente en los suelos, nos encontramos concentraciones de nutrientes inferiores a las necesidades del cultivo, por lo que tenemos que aportarlos por medio de la fertilización. Para conocer la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos conocer el nivel de fertilidad de nuestro suelo, determinado mediante un análisis de suelo; y tenemos que realizar un balance entre las pérdidas de los nutrientes del suelo (extracciones del cultivo, lixiviación, volatilización y precipitación de los nutrientes, etc.) y las aportaciones que realizamos al mismo (agua de riego, materia orgánica y fertilizantes principalmente). Las necesidades nutricionales del cultivo deben ser establecidas anualmente en base al estado nutricional de la plantación, determinado por el análisis foliar que deberá ser realizado anualmente.

Las extracciones de nutrientes, que va a realizar nuestro cultivo del suelo, van a depender de la producción potencial de este. En la siguiente tabla, se presenta las extracciones del cultivo de los frutales de hueso en condiciones normales, por cada tonelada de producción:

Tabla 1. Extracciones medias de nutrientes de los frutales de hueso. Guía práctica de la fertilización racional de las plantas. MARM (2011)

Cultivo kg N/t de fruta kg P2O5/t de fruta kg K2O/t de fruta
Melocotonero-Nectarina 3,5 1,71 3,84
Cerezo 6 1,32 3,06
Albaricoquero 3,7 1,32 5,68
Ciruelo 3,5 0,69 3,3

Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos definir cuando debemos aplicar cada nutriente, para que las aportaciones de estos se adapten adecuadamente a las necesidades. En la tabla 2 se expone el porcentaje de cada nutriente que debemos aportar dependiendo de la fase de cultivo en la que nos encontremos.

Tabla 2. Distribución mensual de los nutrientes sobre la dosis total (%). Guía práctica de la fertilización racional de las plantas. MARM (2011)

Fases N P2O5 k2O
Brotación-Cuajado fruto 15-25 25-35 5-15
Cuajado – Fin crecimiento brotes y frutos 65-45 65-50 85-70
Recolección – Inicio caída hoja 20-30 10-15 10-15

Recomendaciones de fertilización

Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos suministrar a nuestro cultivo en cada fase de desarrollo, debemos determinar la cantidad de fertilizantes que debemos aportar. La cantidad de fertilizante a aportar va a depender de la composición y eficiencia del fertilizante que vamos a usar y del sistema de aplicación utilizado. Además, a la hora de determinar el fertilizante más adecuado, debemos tener en cuenta, las interrelaciones existentes entre los nutrientes del medio de cultivo (Suelo-agua-fertilizante), donde nos vamos a encontrar tanto relaciones de sinergia como de antagonismo. Hispalense de líquidos, cumpliendo con su objetivo de dar soluciones nutricionales altamente efectivas para el cultivo de los frutales de hueso, fabrica fertilizantes a la medida del agricultor, tanto en versiones líquidas como sólidas para adecuarse a las necesidades individuales de cada variedad, ambiente y sistema de aplicación.

Entre las gamas de fertilizantes fabricadas por Hispalense de Líquidos, para el cultivo de los cítricos, dependiendo del sistema de aplicación, destacamos:

FERTIRRIGACIÓN ABONADO DE INVIERNO
LÍQUIDOS DE APLICACIÓN CON MÁQUINA SÓLIDOS
FERTIGOTA NEOGOTA NEO
TECNOPLUS FERTIGOTA LENT HEROSOL ORO
NEOLENT HEROSOL
FERTIGOTA SUSPENSIÓN / SATURADA

Para la programación de un plan de fertirrigación ajustado a sus necesidades, consulte con nuestro responsable de Hispalense de Líquidos en la zona, o póngase en contacto con nosotros a través del email: departamentoagronomico@herogra.com

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