El cultivo de la remolacha
La remolacha azucarera, Beta vulgaris var. saccharífera, es una planta bianual que pertenece botánicamente al género Beta, enmarcado dentro de la familia de las quenopodiáceas.
Las planta de remolacha azucarera es cultivada por el azúcar que almacena en el tubérculo o raíz principal, debido a que tienen una alta concentración de sacarosa. Son plantas bianuales, donde el primer año se desarrolla la fase vegetativa, formándose la corola de hojas y llevándose a cabo la acumulación de sacarosa en la raíz principal y en el segundo año se desarrolla la fase reproductiva.
El cultivo de la remolacha azucarera es anual, en el cual la planta solo desarrolla la fase vegetativa y se recolecta cuando tiene lugar la máxima de acumulación de sacarosa en el tubérculo.
Exigencias agroclimáticas del cultivo
La remolacha azucarera es una planta que prefiere un clima templado, húmedo y con alta intensidad lumínica. Aunque resiste bien las heladas y las altas temperaturas, la temperatura óptima para que el cultivo se desarrolle adecuadamente debe estar cercana a los 20ºC. Es una planta que resiste bien el granizo, debido a que después del accidente retoña fácilmente, produciéndose solo una pequeña merma de cosecha.
La planta de remolacha requiere de un riego regular y moderado para suplir su demanda de evapotranspiración, que puede ser de unos 7.000 m3/ha. Normalmente se realiza un riego de nascencia más abundante y riegos más cortos y frecuentes durante la fase de desarrollo del cultivo.
El cultivo de la remolacha prefiere suelos de textura media, bien drenados, un pH alrededor de 7 y poca tendencia a la formación de costras, aunque se puede cultivar en otros tipos de suelos.
En la península ibérica, existen dos tipos de siembra: Otoñal que se realiza en el sur, donde la siembra se produce entre los meses septiembre y diciembre y la recolección entre junio y agosto; y primaveral que se realiza en el norte, donde la siembra se produce desde la segunda quincena de febrero a la primera de marzo y la recolección desde octubre a diciembre.
Requerimientos nutricionales
El cultivo de la remolacha azucarera necesita de nutrientes esenciales para un correcto desarrollo y la falta o el exceso de alguno de ellos produciría problemas en el cultivo. Estos nutrientes los podemos clasificar, según su concentración en el tejido vegetal, en: macronutrientes primarios (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), macronutrientes secundarios (Calcio, Magnesio y Azufre) y micronutrientes (Boro, Cloro, Cobre, Hierro, Molibdeno, Manganeso y Zinc).
Normalmente en los suelos, nos encontramos concentraciones de nutrientes inferiores a las necesidades del cultivo, por lo que tenemos que aportarlos por medio de la fertilización. Para conocer la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos conocer el nivel de fertilidad de nuestro suelo, determinado mediante un análisis de suelo; y debemos realizar un balance entre las pérdidas de los nutrientes del suelo (extracciones del cultivo, lixiviación, volatilización y precipitación de los nutrientes, etc.) y las aportaciones que realizamos al mismo (agua de riego, materia orgánica y fertilizantes principalmente).
Las extracciones de nutrientes, que va a realizar nuestro cultivo del suelo, van a depender de la producción potencial de este. En la siguiente tabla, se presenta las extracciones del cultivo de la remolacha azucarera en condiciones normales:
Tabla 1. Extracción de nutrientes del cultivo de la remolacha azucarera expresada en kg por tonelada de producción. Bermejo J.L., 2011
N | P2O5 | K2O |
2,5 | 1,1 | 5,1 |
Recomendaciones de fertilización
Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos suministrar a nuestro cultivo, debemos determinar la cantidad de fertilizantes que debemos aportar. En la tabla 2, se presenta a modo orientativo, las unidades de fertilizantes medias que tenemos que aportar al cultivo de la remolacha azucarera. Es recomendable aplicar en torno a 1/3 del total de nitrógeno en fondo, junto al fósforo y el potasio, y el resto en una cobertera o dos coberteras. Las coberteras en la siembra primaveral se deben realizar a primero de mayo y de junio y en la siembra otoñal la primera cuando la remolacha tenga de 4 a 8 hojas y la segunda antes del cierre de calles (Bermejo J.L., 2011).
Tabla 2. Necesidades aproximadas de las unidades fertilizantes a aportar al cultivo de la remolacha azucarera en función de la fertilidad del suelo.
Nivel de MO | N |
Muy bajo | 220 |
Bajo | 180 |
Normal | 140 |
Alto | 100 |
Contenido en fósforo | P2O5 |
Muy bajo | 150 |
Bajo | 125 |
Medio | 75 |
Alto | 50 |
Contenido en potasio | K2O |
Muy bajo | 400 |
Bajo | 300 |
Medio | 200 |
Alto | 100 |
Una vez conocida la cantidad de cada una de las unidades fertilizantes que es necesario aportar para nutrir adecuadamente el cultivo de remolacha azucarera, debemos definir el fertilizante que debemos utilizar. Hispalense de Líquidos, cumpliendo con su objetivo de dar soluciones nutricionales altamente efectivas para el cultivo de la remolacha azucarera, fabrica fertilizantes a la medida del agricultor, tanto en versiones líquidas como sólidas para adecuarse a las necesidades individuales de cada variedad, ambiente y sistema de aplicación. Entre ellos nos encontramos:
ABONADO FONDO | ABONADO COBERTERA |
HEROSOL ORO | NEO |
FERTIGOTA LENT | NEOGOTA |
HEROSOL | SULFATÓN |
FOSFOSOL 14-36-0 | HERONIT |
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