Cultivo de la fresa
La fresa o fresón, Fragaria Spp., es una planta herbácea y perenne que pertenece al géne-ro Fragaria, enmarcado dentro de la familia de las Rosaceas.
Las plantas de fresa tienen un tallo muy corto denominado corona, de él salen en forma de roseta las hojas, que son largamente pecioladas. Además, del tallo surgen estolones de entrenudos muy largos, que enraízan en sus ápices, con el objetivo de formar nuevas plantas. Poseen un sistema radicular fasciculado muy superficial, que no sobrepasa los 40 cm de profundidad, concentrándose el 90 % de las raíces en los primeros 25 cm del suelo.
La floración, de las variedades utilizadas en España que entra en producción en otoño-invierno, es inducida por un fotoperiodo de día corto y su fruto es un poliaquenio en el que la parte comestible es el receptáculo hipertrofiado que aloja a los aquenios.
Exigencias agroclimáticas del cultivo
La fresa es una planta que se adapta muy bien a temperaturas frías, pudiendo soportar heladas de hasta – 20 ºC, aunque los órganos florales no soportan valores inferiores a 0 ºC. Además, se adapta bien a temperaturas altas, pudiendo sobrevivir a temperaturas extremas de 55 ºC. La temperatura óptima de fructificación se sitúa entre 15 y los 20 ºC de media.
Las plantas de fresa necesitan de una pluviometría mínima alrededor de unos 600 mm para cultivarlas en secano, pero normalmente en nuestras latitudes es un cultivo de regadío, al cual se le aporta entre 6.000 y 7.000 m3/ha de agua por ciclo de cultivo.
El suelo adecuado para este cultivo es un suelo profundo, con una textura arenosa o franco-arenosa, con una buena infiltración que evite el encharcamiento, un contenido en materia orgánica alrededor del 2 – 3%, un pH ligeramente ácido (5.5 – 6.5) y no salino, aunque se puede desarrollar en otro tipo de suelos.
Requerimientos nutricionales
El cultivo de la fresa necesita de nutrientes esenciales para un correcto desarrollo y la falta o el exceso de alguno de ellos produciría problemas en el cultivo. Estos nutrientes los podemos clasificar, según su concentración en el tejido vegetal, en: macronutrientes primarios (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), macronutrientes secundarios (Calcio, Magnesio y Azufre) y micronutrientes (Boro, Cloro, Cobre, Hierro, Molibdeno, Manganeso y Zinc).
Normalmente en los suelos, nos encontramos concentraciones de nutrientes inferiores a las necesidades del cultivo, por lo que tenemos que aportarlos por medio de la fertilización. Para conocer la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos conocer el nivel de fertilidad de nuestro suelo, mediante un análisis de suelo; y tenemos que realizar un balance entre las pérdidas de nutrientes del suelo (extracciones del cultivo, pérdidas asociadas al sistema de riego, etc.) y las aportaciones que realizamos al mismo (agua de riego, materia orgánica y fertilizantes principalmente). En la tabla 1 se presenta, de forma general, las dosis adecuadas de fertilizantes para el cultivo de la fresa propuestas por diferentes autores.
Tabla 1. Dosis de fertilizantes propuestas para fresa según varias fuentes bibliográficas
Fuente bibliográfica | N (UF/ha) | P2O5 (UF/ha) | K2O (UF/ha) |
Verdier, 1987 | 250-300 | 125-150 | 400 |
Sudzuki, 1988 | 300 | 150 | 150 |
Brazanti, 1989 | 150-250 | 90-180 | 270-400 |
R.E.P.I. Fresa Andalucía, 2017 | 200 | 180 | 250 |
Fertiberia, 2011 | 350 | 200 | 300 |
Densidades de plantación de 50.000 plantas/ha (aprox.), con rendimientos esperados de 40-50 t/ha (aprox.).
Las necesidades nutricionales del cultivo deben ser modificadas en base al estado nutricional de la plantación, determinado mediante la realización de análisis foliares que debemos llevar a cabo a lo largo del cultivo.
Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos definir cuando debemos aplicar cada nutriente, para que las aportaciones de estos se adapten adecuadamente a las necesidades del cultivo (Tabla 2).
Tabla 2. Fraccionamiento medio de fertilizantes para el cultivo de la fresa. (Domínguez, A. et al, 2011)
Periodo (semanas desde plantación) | Meses (en las condiciones de cultivo de Huelva) | Fase del cultivo | % de la dosis del ciclo | N (UF/ha) | P2O5 (UF/ha) | K2O (UF/ha) |
1-8 | Mediados de octubre – mediados de diciembre | Establecimiento – Desarrollo vegetativo | 20 | 50 | 30 | 60 |
9-18 | Mediados de diciembre – finales de febrero | Desarrollo vegetativo – Inicio de fructificación | 30 | 75 | 45 | 90 |
19-30 | Marzo – Abril – Mayo | Plena fructificación | 50 | 125 | 75 | 150 |
Total del ciclo productivo: | 250 | 150 | 300 |
La fertirrigación proporcional permite realizar una fertilización a medida del desarrollo de la planta, como si de un sistema hidropónico se tratara, utilizando el suelo como sustrato y aportando una solución nutritiva (agua de riego + fertilizante) adecuada para cada fase de desarrollo de la planta. La solución nutritiva aportada debe ser ajustada según los resultados analíticos obtenidos en el seguimiento de la solución del suelo, con el objetivo de que la solución nutritiva real de nuestro cultivo se aproxime lo máximo posible a la óptima.
En la siguiente tabla se indican las soluciones nutritivas óptimas para el cultivo de la fresa, para la zona de producción de Huelva, con las que se satisface tanto las necesidades hídricas del cultivo, como sus necesidades nutritivas. En esta zona de producción, además de tener unas condiciones climáticas especiales, las plantas se disponen sobre caballones cubiertos de plásticos de color negro y son cultivadas dentro de macro túneles.
Tabla 3: Soluciones típicas usadas en el cultivo de la fresa expresadas en mmol/l. (Domínguez, A. et al, 2011)
Fase de cultivo | NO3– + NH4+ | H2PO4– | K+ | Ca2+ | Mg2+ |
Establecimiento – desarrollo vegetativo | 1-2 | 0,3 – 0,5 | 0,6 – 1 | 1,25 | 0,5 |
Desarrollo vegetativo – Inicio de fructificación | 3-5 | 0,3 – 0,6 | 0,8 – 1 | 2 | 0,5 |
Plena fructificación | 2-4 | 0,3 – 0,4 | 1,5 – 2 | 1,5 | 0,5 |
Recomendaciones de fertilización
Una vez conocida las soluciones nutritivas óptimas para el cultivo de la fresa, debemos determinar las soluciones nutritivas que debemos aportar a nuestro cultivo. Estas soluciones nutritivas van a depender tanto de los aportes que realizamos con el agua de riego, como de las características de nuestro suelo, por lo que necesitamos realizar análisis de suelo y del agua de riego de nuestro cultivo para este fin. Una vez conocida las características de nuestro suelo, podemos determinar parámetros como, por ejemplo, las relaciones de sinergia y antagonismo que van a existir entre los nutrientes del medio de nuestro cultivo y que van a afectar a la solución nutritiva que debemos aportar para conseguir la óptima.
Hispalense de Líquidos, cumpliendo con su objetivo de dar soluciones nutricionales altamente efectivas para el cultivo de la fresa, fabrica fertilizantes a la medida del agricultor, para adecuarse a las necesidades individuales de cada variedad, ambiente y sistema de aplicación.
Entre las formulaciones fabricadas por Hispalense de Líquidos, para el cultivo de la fresa, destacamos las gamas de fertilizantes líquidos claros Fertigota® Extra y la gama Tecnoplus®, de fertilizantes sólidos solubles. Estos fertilizantes permiten suministrar todos los nutrientes necesarios para la planta por medio de la fertirrigación y están compuestos en su totalidad por nutrientes puros, que se consumen completamente sin dejar residuos. Además, están libres de cloruros, sodio y otros elementos perjudiciales para las plantas.
Para la programación de un plan de fertirrigación ajustado a sus necesidades, consulte con nuestro responsable de Hispalense de Líquidos en la zona, o póngase en contacto con nosotros a través del email: departamentoagronomico@herogra.com