Melón

 

Cultivo del melón

El melón, Cucumis melo L., es una planta herbácea de porte rastrero o trepador que pertenece botánicamente al género Cucumis, enmarcado dentro de la familia de las cucurbitáceas.

La planta de melón posee un sistema radicular de desarrollo rápido, abundante, superficial y muy ramificado. Sus tallos brotan de las axilas de las hojas y están provistos de vello y zarcillos; y sus hojas son lobuladas con márgenes dentados y presentan vellos en el envés.

Las flores de las plantas de melón son de color amarillo, pueden ser masculinas, femeninas o hermafroditas y son polinizadas preferentemente por insectos. Sus frutos presentan una placenta que contiene las semillas, la cual debe ser lo más pequeña posible para que no reste pulpa al fruto, que es la parte comestible.

Exigencias agroclimáticas del cultivo

El melón es una planta de climas cálidos, que no soporta las heladas a menos de 1 ºC. las temperaturas óptimas para que el cultivo se desarrolle adecuadamente deben ser altas, entre 20 y 30 ºC sería su óptimo, aunque se puede cultivar a temperaturas comprendidas entre 15 y 39 ºC.

El melón es una planta que necesita bastante agua en el periodo de crecimiento de sus frutos, para obtener buenos rendimientos y de calidad. Como norma general podríamos cifrar las necesidades totales de agua entre 3.000 y 4.000 m3/ha en cultivo al aire libre.

El cultivo del melón no es muy exigente en cuanto a suelos, aunque prefiere como casi todos los cultivos, suelos de textura media, profundos, bien drenados, ricos en materia orgánica y pH comprendido entre 6 y 7.

Requerimientos nutricionales

El cultivo del melón necesita de nutrientes esenciales para un correcto desarrollo y la falta o el exceso de alguno de ellos produciría problemas en el cultivo. Estos nutrientes los podemos clasificar, según su concentración en el tejido vegetal, en: macronutrientes primarios (Nitrógeno, Fósforo y Potasio), macronutrientes secundarios (Calcio, Magnesio y Azufre) y micronutrientes (Boro, Cloro, Cobre, Hierro, Molibdeno, Manganeso y Zinc).

Normalmente en los suelos, nos encontramos concentraciones de nutrientes inferiores a las necesidades del cultivo, por lo que tenemos que aportarlos por medio de la fertilización. Para conocer la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos conocer el nivel de fertilidad de nuestro suelo, determinado mediante un análisis de suelo; y debemos realizar un balance entre las pérdidas de los nutrientes del suelo (extracciones del cultivo, lixiviación, volatilización y precipitación de los nutrientes, etc.) y las aportaciones que realizamos al mismo (agua de riego, materia orgánica y fertilizantes principalmente).

Las extracciones de nutrientes, que va a realizar nuestro cultivo del suelo, van a depender de la producción potencial de este. En la siguiente tabla, se presenta las extracciones del cultivo del melón en condiciones normales:

Tabla 1. Extracción de nutrientes del cultivo del melón. Ramos y Pomares (2010).

Cultivo Producción comercial (t/ha) Absorción N Absorción P2O5 Absorcion K2O
Melón 35 kg/t kg/ha kg/t kg/ha kg/t kg/ha
3,2-4 110-140 1,4-1,6 50-60 7,1-9,4 250-300

Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos definir cuando debemos aplicar cada nutriente, para que las aportaciones de estos se adapten adecuadamente a las necesidades. En la tabla 2 se expone el porcentaje de cada uno de los nutrientes que debemos aportar en cada semana del cultivo.

Tabla 2. Distribución por semanas de cultivo de los nutrientes que debemos aportar a nuestro cultivo de melón (%).

Semanas desde el trasplante N  (%) P2O5 (%) K2O (%)
2 6 6 4
3 6 10 4
4 11 16 7
5 10 16 8
6 9 16 8
7 10 11 15
8 11 10 15
9 17 10 15
10 20 5 24

Recomendaciones de fertilización

Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos suministrar a nuestro cultivo cada semana, debemos determinar la cantidad de fertilizantes que debemos aportar. La cantidad de fertilizante a aportar va a depender de la composición y eficiencia del fertilizante que vamos a usar y del sistema de aplicación utilizado. Además, a la hora de determinar el fertilizante más adecuado, debemos tener en cuenta, las interrelaciones existentes entre los nutrientes del medio de cultivo (Suelo-agua-fertilizante), donde nos vamos a encontrar tanto relaciones de sinergia como de antagonismo. Hispalense de líquidos, cumpliendo con su objetivo de dar soluciones nutricionales altamente efectivas para el cultivo del melón, fabrica fertilizantes a la medida del agricultor, tanto en versiones líquidas como sólidas para adecuarse a las necesidades individuales de cada variedad, ambiente y sistema de aplicación.

Entre las formulaciones fabricadas por Hispalense de Líquidos, para el cultivo del melón en regadío, destacamos las gamas de fertilizantes líquidos claros Fertigota® Extra y la gama de fertilizantes sólidos solubles Tecnoplus®. Estos fertilizantes permiten suministrar todos los nutrientes necesarios para la planta por medio de la fertirrigación y están compuestos en su totalidad por nutrientes puros, que se consumen completamente sin dejar residuos.  Además, están libres de cloruros, sodio y otros elementos perjudiciales para las plantas.

Fertigota Extra, son fertilizantes líquidos claros completos, que aportan todos los macronutrientes necesarios para las plantas (NO3, NH4+, H2PO4, K+, Ca2+ y Mg2+). Con la aplicación de Fertigota Extra, fabricado a medida para cada explotación y fase de cultivo, conseguimos nutrir a las plantas adecuadamente.

Para la programación de un plan de fertirrigación ajustado a sus necesidades, consulte con nuestro responsable de Hispalense de Líquidos en la zona, o póngase en contacto con nosotros a través del email: departamentoagronomico@herogra.com

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