Fertilización del cultivo del tomate para industria

Fertilización del cultivo del tomate para industria

La fertilización del cultivo de tomate para industria consiste en agregar los nutrientes necesarios para que las plantas crezcan adecuadamente, ya que el suelo no proporciona la suficiente cantidad. Para hacerlo de manera eficiente, es importante conocer la fertilidad del suelo y equilibrar las pérdidas de nutrientes (extracciones del cultivo, lixiviación, volatilización y precipitación de los nutrientes, etc.) con las aportaciones que realizamos (riego, materia orgánica y fertilizantes).

Hispalense de Líquidos tiene un departamento agronómico que brinda conocimientos sobre esto. A continuación, explicaremos brevemente cómo funciona.

Para determinar que nutrientes necesita un suelo, es necesario hacer un análisis de este y luego interpretar los resultados. A modo de ejemplo, en la tabla 1 y 2, se presenta una clasificación que considera la textura del suelo, así como los niveles de fósforo y potasio presentes. Esto nos ayuda a ajustar la cantidad de estos nutrientes que deben agregarse al cultivo según las características del suelo (ver tabla 3)

Tabla 1. Clasificación de los suelos teniendo en cuenta la textura y el nivel de fósforo usando el método Olsen (ppm).

Tabla 2. Clasificación de los suelos teniendo en cuenta la textura y el nivel de potasio usando el método acetato amónico (ppm).

Tabla 3. Factor de corrección en función de los niveles de fósforo y potasio

Las extracciones de nutrientes que va a realizar nuestro cultivo del suelo van a depender de la producción potencial de este. En la siguiente tabla, se presenta las extracciones del cultivo del tomate destinado a industria en condiciones normales, por cada tonelada de producción:

Tabla 4. Absorción de nutrientes del cultivo del tomate (kg / tonelada de producción).

Además, es importante considerar las aportaciones de nutrientes a través del agua de riego, ya que estas pueden satisfacer parcial o totalmente las necesidades del cultivo. También debemos tener en cuenta las interacciones con los nutrientes presentes en el medio, ya que estas pueden ser positivas o negativas.

Un ejemplo claro es la relación negativa entre el calcio, el potasio y el magnesio. Si hay un exceso de calcio o magnesio, o si se utiliza agua muy dura con altos niveles de estos elementos, puede haber deficiencia de potasio. Para contrarrestar esta situación, es necesario fertilizar y diseñar programas de fertilización que consideren las características del agua de riego específicas.

Una vez conocida la cantidad de nutrientes que debemos aportar, debemos definir cuando debemos aplicar cada nutriente. En la siguiente tabla se expone el porcentaje de cada nutriente que debemos aportar en cada una de las fases del cultivo.

Tabla 5. Distribución por fase de cultivo de los nutrientes que debemos aportar a nuestro cultivo de tomate para industria (%) en fertirrigación, descontando lo aplicado en el abonado de fondo.

Finalmente, también deberemos decidir el sistema de aplicación y el tipo de fertilizante que mejor se adapta a nuestras instalaciones. Hispalense de líquidos cuenta con fertilizantes a la medida del agricultor, tanto en versiones sólidas como líquidas para adecuarse a las necesidades individuales de cada variedad, ambiente y sistema de aplicación.

A modo de ejemplo, en la Tabla 6 se muestra un programa de fertilización general para el cultivo de tomate de industria, con una producción potencial de 120 toneladas por hectárea, en un suelo de fertilidad media, que cumple con las regulaciones de Producción Integrada de Tomate para Transformación Industrial de Andalucía.

  • Abonado de fondo=> 500 kg/ha 7+21+7 FERTIGOTA LENT SUSPENSION

Tabla 6. Programa de fertilización para un cultivo de tomate para industria, con una producción potencial de 120 t/ha situado en la comunidad autónoma de Andalucía

Productos recomendados:

  • Fertigota Lent, la gama de fertilizantes líquidos con inhibidor de la nitrificación. Este inhibidor ralentiza la acción de las bacterias nitrosomonas y nitrobacter, lo cual retrasa la conversión del nitrógeno amoniacal a nítrico. Este nitrógeno amoniacal se adhiere al complejo arcilloso-húmico del suelo, evitando pérdidas por lixiviación. Además, al inyectar el fertilizante líquido en la cama de cultivo, se asegura una distribución uniforme sin necesidad de riego adicional.
  • Fertigota clásico es una gama de fertilizantes líquidos diseñada específicamente para su uso en cultivos que toleran la salinidad y se riegan por goteo o microaspersión, especialmente en suelos capaces de lixiviar el cloro.

Para la programación de un plan de fertirrigación con una producción esperada o condiciones de cultivo diferentes, consulte con nuestro responsable de Herogra Fertilizantes en la zona o póngase en contacto con nosotros a través del e-mail departamentoagronomico@herogra.com.

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