¿Cómo combatir los problemas de salinidad de su cultivo?

¿Cómo combatir los problemas de salinidad de su cultivo?

La salinidad, desde el punto de vista de la agricultura, es el contenido de sales minerales que están disueltas en la solución del suelo. Cuando se sobrepasa un cierto nivel de salinidad, se produce una deshidratación parcial de las plantas y por tanto una reducción de la cosecha de nuestros cultivos, que en situaciones extremas puede llegar a producir la muerte de las plantas. La deshidratación de las plantas aumenta a medida que aumenta la salinidad, debido a que aumenta la presión osmótica alrededor del sistema radicular que dificulta la absorción del agua.

La salinidad se mide mediante la determinación de la capacidad de la solución del suelo de conducir la electricidad, aumentando a medida que aumenta la concentración de sales, y expresándose en dS/m (deciSiemens por metro).

La salinidad que afecta a los cultivos está influenciada por la concentración y el tipo de sales del suelo y del agua de riego, por la susceptibilidad del cultivo, por el régimen y sistema de riego utilizado, por la fertilización y por la evapotranspiración a la que está sometida el cultivo:

  • Características del suelo. Desde el punto de vista de la salinidad los parámetros a tener en cuenta son la concentración de sales, determinada por la conductividad eléctrica (CE) y la concentración de sodio con respecto a otros cationes, determinada por la relación de Adsorción de Sodio (RAS) o Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI). La importancia de determinar el RAS/PSI radica en que el sodio afecta negativamente a la estructura del suelo y además es fitotóxico para las plantas a altas concentraciones. Atendiendo a estos parámetros, los suelos los podemos clasificar según sus valores de CE y PSI/RAS, para conocer la problemática real del suelo y buscar una solución a la misma:
    • Suelos salinos (CEes > 4 ds/m) => Se recomienda para combatir la salinidad realizar un lavado de las sales hacia las capas profundas del suelo.
    • Suelos sódicos (CEes < 4 ds/m y PSI >15%) => Se recomienda para combatir el sodio la aplicación de correctores a base de calcio complejado con materia orgánica (Herosal).
    • Suelos salinos-sódicos (CEes > 4 ds/m y PSI >15%) => En este tipo de suelo se recomienda realizar un lavado de las sales hacia las capas profundas del suelo y la aplicación de Herosal.
  • Calidad del agua de riego. Los factores a tener en cuenta son, al igual que en el suelo, la conductividad eléctrica y la concentración de sodio (PSI/RAS). Además, en el agua de riego debemos tener en cuenta la concentración de cloruros y boro, que a pesar de ser micronutrientes es muy fácil sobrepasar el límite de tolerancia de la planta a estos elementos, produciendo fitoxicidad y por tanto la perdida de rendimientos del cultivo.
  • Susceptibilidad del cultivo. Los cultivos responden de forma diferente a la salinidad a la que está sometidos, pudiéndose clasificar según su tolerancia en:
    • Sensibles (hasta 2 ds/m): judía, zanahoria, cítricos, fresa, platanera.
    • Moderadamente tolerantes (2-4 ds/m): tomate, berenjena, arroz, vid.
    • Tolerantes (>4dS/m): algodón, remolacha, espárrago, olivo, acelga, trigo.
  • Régimen y sistema de riego utilizado. Cuando tenemos problemas de salinidad, se recomienda el uso del riego localizado de alta frecuencia, con el objetivo de mantener un punto de humedad cercano a la saturación que diluya las sales; y aportar una fracción de lavado con objetivo de lixiviar los cloruros. La fracción de lavado se puede calcular atendiendo a la siguiente figura, donde dependiendo de la CE del agua de riego y el cultivo que tengamos nos determina la fracción de lavado adecuada.


Fuente:
Ramón Aragüés. Fracción de lavado (FL) y salinidad de suelos: conceptos, limitaciones y aplicaciones. Ciclo de Seminarios de la Unidad de Suelos y Riegos (CITA-DGA) y el Laboratorio Asociado de Agronomía y Medio Ambiente (DGA-CSIC). Zaragoza (España).

  • Fertilización. La aplicación de fertilizantes en el agua de riego a través de la fertirrigación aumenta la salinidad del agua de riego y consecuentemente de la solución del suelo, por lo que es importante elegir fertilizantes que aporten los nutrientes necesarios para el cultivo con el menor índice salino posible (tendencia relativa del fertilizante a incrementar la presión osmótica de la solución del suelo en comparación con el incremento causado por la cantidad de equivalente de nitrato de sodio). Además, cuando tenemos problemas de salinidad (Suelo – agua de riego) se debe elegir fertilizantes que no aporten cloro, ni sodio y sean antagonistas de estos elementos. Un ejemplo claro de antagonismo, nos lo encontramos en la aportación de nitrógeno en forma de nitrato, que es antagonista del cloruro (la planta absorbe el nitrato aportado en lugar del cloruro, reduciendo la concentración de cloruro en las plantas y evitando la deshidratación de las células.

Hispalense de líquidos, cumpliendo con su objetivo de dar soluciones nutricionales altamente efectivas para los cultivos, fabrica fertilizantes a la medida del agricultor, para adecuarse a las necesidades individuales de cada variedad, ambiente y sistema de aplicación. En este sentido, fabrica fertilizantes que se adaptan mejor a las condiciones de alta salinidad que nos podemos encontrar en diferentes ambientes, destacando las gamas de fertilizantes líquidos claros Fertigota extra y la gama Tecnoplus®, de fertilizantes sólidos solubles. Estos fertilizantes de bajo índice salino permiten suministrar todos los nutrientes necesarios para la planta por medio de la fertirrigación y están compuestos en su totalidad por nutrientes puros, que se consumen completamente sin dejar residuos. Además, aportan el nitrógeno principalmente en forma de nítrica, que como hemos comentado antes es antagonista al anión cloruro.

Además, Hispalense de líquidos posee Herosal, una solución específica que previene y controla la presencia de sodio en la solución del suelo (agua de riego-suelo). Su aplicación recupera la estructura natural de la arcilla y la fertilidad del suelo, desplazando los iones sodio (Na) del complejo arcillo-húmico por el calcio que aporta el producto. Con la aplicación de Herosal se aumenta la actividad microbiana del suelo, mejorando sus propiedades fisicoquímicas y mejorando la fertilidad del suelo. Además, aportamos calcio, que es un macronutriente secundario esencial para los cultivos.

Para más información sobre el manejo de la salinidad, consulte con nuestro responsable de Hispalense de líquidos en la zona, o póngase en contacto con nosotros a través del email: departamentoagronomico@herogra.com

 

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