¿Cómo interpretar un análisis de suelo?
El análisis de suelo ayuda a los agricultores a entender la fertilidad de su terreno, permitiendo predicciones acertadas sobre cómo los cultivos responderán a la fertilización.
La toma de muestras debe ser representativa, con muestras tomadas cada 1000 m² y con una profundidad similar a la del sistema radicular del cultivo. Es esencial que se respete un periodo mínimo de un mes desde la última aplicación de fertilizantes para obtener resultados precisos.
PARÁMETROS QUE DETERMINAR EN UN ANÁLISIS DE SUELO
- Textura
Se utiliza el triángulo textural del USDA para determinar la textura del suelo basada en los porcentajes de arena, limo y arcilla. Esto permite clasificar la textura predominante de una muestra de suelo.
La textura influye de forma determinante en el comportamiento del suelo con respecto a diferentes parámetros con interés agrícola:
- Relación Carbono – Nitrógeno
La relación carbono / nitrógeno es un indicador de la salud del suelo y su actividad microbiana. Si la relación es menor a 8.5, el suelo necesita más materia orgánica. Si está entre 8.5 y 11.5, la relación es óptima. Si es mayor a 11.5, puede haber bloqueo de nitrógeno debido a la actividad microbiana, requiriendo un aporte extra de nitrógeno.
- pH del suelo
El pH del suelo es crucial para la nutrición de las plantas ya que determina tanto la disponibilidad de nutrientes presentes en el suelo, como el de los aportados por los fertilizantes (figura 2)
El rango óptimo es de 6.5 a 7.5. Cuando el pH excede este rango, la disponibilidad de micronutrientes como hierro y zinc disminuye. En suelos ácidos (pH por debajo de 6.5), nutrientes como fósforo, calcio y magnesio pueden ser insuficientes, afectando la producción de los cultivos.
4. Conductividad eléctrica
La salinidad del suelo se mide por su capacidad para conducir electricidad, que aumenta con la concentración de sales.
Esta salinidad puede ser afectada por factores como la salinidad del agua y del suelo, el riego, la fertilización y la evapotranspiración. Un aumento de salinidad incrementa la presión osmótica alrededor de las raíces de las plantas, dificultando la absorción de agua y posiblemente causando deshidratación en la planta. La conductividad eléctrica del suelo, medida en dS/m o mS/cm, se usa para clasificar el suelo según su salinidad.
La salinidad puede afectar a las plantas de manera variada según su tolerancia, causando desde disminución de crecimiento y producción hasta marchitez y necrosis, aunque algunas especies pueden sobrevivir en condiciones moderadamente salinas.
5. Carbonatos totales
Un suelo con alta concentración de carbonatos puede acelerar la destrucción de la materia orgánica, reduciendo el humus, y transformar fósforo y micronutrientes esenciales (como hierro, manganeso, zinc y cobre) en formas no disponibles para las plantas, lo cual puede disminuir la producción de cultivos.
6. Caliza activa
La caliza activa, que se identifica cuando los carbonatos totales superan el 10%, puede bloquear nutrientes esenciales para las plantas, afectando negativamente la producción de cultivos.
7. Materia orgánica
Mejora la estructura y permeabilidad del suelo, facilita la retención y drenaje de agua, aumenta la disponibilidad de nutrientes mediante su alta capacidad de intercambio catiónico y estimula la actividad biológica, sirviendo como alimento para microorganismos beneficiosos que liberan nutrientes y mejoran la estructura del suelo.
8. Porcentaje de saturación de bases
La saturación de bases es el porcentaje de sitios de intercambio en el suelo ocupados por iones básicos, con una saturación mayor al 60% generalmente considerada deseable.
9. Sodicidad
(Relación de Adsorción de Sodio (RAS) o Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI)
La relación de sodio respecto a otros cationes (RAS/PSI) es importante ya que un alto nivel de sodio puede afectar la estructura del suelo y el crecimiento de las plantas. El sodio se puede medir en la solución del suelo (RAS) o en el complejo de cambio (PSI).
10. Capacidad de intercambio catiónico (CIC)
Se refiere a la capacidad del suelo para atraer y retener iones positivos. Un valor por encima de 20 meq/100g es adecuado, y en suelos con baja CIC, se recomienda agregar materia orgánica.
11. Relaciones catiónicas
El complejo arcillo-húmico, que tiene carga negativa, retiene principalmente cationes como calcio, magnesio, sodio y potasio. El balance de estos cationes en el suelo afecta cómo las plantas los absorben, dado que se generan interacciones de cooperación y competencia entre ellos.
Interpretación de los resultados (meq del catión/100 gramos):
12. Nivel de nutrientes en el suelo.
El diagnóstico de la disponibilidad de nutrientes es clave para elaborar los programas de nutrición de los cultivos, ya que nos proporciona el potencial de los nutrientes del suelo que pueden ser absorbido por las plantas.
a) El nitrógeno total en el suelo se determina comúnmente con el método Kjeldahl o Dumas. La mayoría del nitrógeno está en forma orgánica, que debe ser transformada para ser asimilada por las plantas. La fracción nítrica, aunque baja en los suelos, también se considera en el método Dumas.
b) Fósforo: El método Olsen, que utiliza ácidos débiles para extraer fósforo asimilable del suelo, es comúnmente usado en España y da buenos resultados tanto en suelos calizos o básicos como en suelos ácidos.
Interpretación de los resultados teniendo en cuanta la textura y el nivel de fósforo:
c) Potasio: La determinación del potasio asimilable se realiza normalmente por la extracción de este con acetato amónico.
Interpretación de los resultados teniendo en cuenta la textura y el nivel de potasio:
d) Macronutrientes secundarios. A continuación, se detallan los niveles adecuados de estos elementos en el suelo:
e) A continuación, se detallan los niveles adecuados de estos elementos en el suelo: