Todo lo que debes saber sobre el abonado del cultivo de la sandía
Las plantas de sandía requieren de elementos nutricionales esenciales para su crecimiento óptimo. Estos nutrientes esenciales se pueden clasificar en macronutrientes primarios (nitrógeno, fósforo y potasio), macronutrientes secundarios (magnesio, calcio y azufre) y micronutrientes (manganeso, cobre, cloro, molibdeno, zinc, hierro y boro), dependiendo de la cantidad necesaria que la planta pueda absorber de cada uno. Cada nutriente desempeña roles específicos en la planta, pero todos son críticos para su desarrollo adecuado. La deficiencia o exceso de cualquiera de estos nutrientes puede ocasionar problemas en el crecimiento de la sandía.
Previo a la toma de decisión sobre el abonado, es importante realizar un estudio de las necesidades específicas del cultivo. Esto implica analizar tanto las pérdidas de nutrientes del suelo (extracciones del cultivo, lixiviación, volatilización, precipitación de los nutrientes, etc.) como las aportaciones realizadas (principalmente a través de materia orgánica y fertilizantes).
Además, se deben considerar las interacciones entre los diferentes nutrientes del suelo, como las relaciones de sinergia y antagonismo, para adaptar el fertilizante a las condiciones reales del cultivo.
Todo ello lleva implícito un cierto conocimiento, que Hispalense de Líquidos pone a vuestra disposición a través de su departamento agronómico. A continuación, presentaremos brevemente los siguientes consejos:
- Las necesidades nutricionales del cultivo aumentan con la producción potencial. Consulta la siguiente para ver la extracción de nutrientes por tonelada de producción de sandía:
Tabla 1. Absorción de nutrientes del cultivo de la sandía. Guía práctica de la fertilización racional de las plantas. MARM (2011)
- El tipo de suelo influye mucho en el cultivo, ya que afecta a la disponibilidad de nutrientes, la retención de agua, la estructura, el pH y la presencia de plagas y enfermedades. Para entender su fertilidad, necesitas un análisis de suelo. Te explicamos cómo interpretarlo en nuestro artículo: “¿Cómo interpretar un análisis de suelo?”
- El agua de riego puede suministrar nutrientes que la planta necesita. Si el agua contiene al menos 2 meq/l de Ca y 1 meq/l de Mg, proporciona suficiente calcio y magnesio para el cultivo, evitando la necesidad de suplementos adicionales.
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- Los nutrientes del suelo interactúan de manera que pueden ser beneficiosas o perjudiciales para las plantas:
- Interacciones positivas: Cuando dos nutrientes trabajan juntos y mejoran el crecimiento de la planta más que cuando están solos, se produce un efecto de sinergia.
- Interacciones negativas: Si dos nutrientes juntos tienen un efecto menor que la suma de sus efectos individuales, se produce un efecto de antagonismo.
En ciertos casos, una alta concentración de un nutriente puede disminuir la disponibilidad de otro, causando síntomas de deficiencia, como sucede con la relación entre los cationes Ca2+, K+ y Mg2+.
- Según la eficacia del fertilizante (ver tabla 4) y del método de aplicación utilizado, podremos determinar la cantidad óptima de fertilizante para cada etapa del cultivo de sandía. Evitar dosis insuficientes o excesivas nos ayuda a ajustar la fertilización a las necesidades del cultivo, maximizando su aprovechamiento.
Tabla 2. Eficiencia del tipo de fertilizante utilizado (Anna Benedetti, Stefano Canali – CRA-RPS, 1996 – revised)
Después de considerar estos consejos, podemos proceder con nuestro plan de fertilización eficiente. A continuación, en las tablas 5 y 6, se muestran dos programas de fertirrigación generales para el cultivo de sandía, utilizando diferentes tipos de fertilizantes.
Utilizaremos fertilizantes sólidos solubles en la tabla 5 y fertilizantes líquidos en la tabla 6. Estos programas de fertilización se basan en las siguientes características:
- Sandía de plantación tardía (Ciclo de 90 días)
- Producción esperada: 70 – 80 t/ha
- Suelo con fertilidad media (1 metro de profundidad, 1,5% de materia orgánica)
- Sin estercolado; si se realiza, la aportación de nutrientes debe ajustarse.
- No hay desequilibrios en los nutrientes del suelo que puedan causar antagonismos
- El calcio y el magnesio son suministrados por el agua de riego.